Y el sueño se hizo realidad

Hace tiempo os hablé del lugar donde se me encogió por primera vez el corazón en Honduras; el único lugar del que me hubiese gustado salir corriendo. Alguien me dijo una vez que la Isla representa la mayor pobreza que existe, porque lo único que tienen es mal olor.

Y entre toda esta basura, drogas, pena y miedo, viven unos 40 niños que soñaban con tener una escuela donde poder estudiar y poder comer, donde poder refugiarse de su mundo y ser niños por un ratito.
Y me alegra tanto decir que lo hemos conseguido... Que ya es una realidad, y que esta realidad se ha hecho posible gracias a varias donaciones, una de ellas de Acoes Vigo, gracias nuevamente a la generosidad de la Caixa, que colaboró con 1000€ para este proyecto.

Y puede que mucha gente no vea más que una escuela, pero si mirásemos a través de los ojos de alguno de esos 40 niños, veríamos la esperanza de otra vida, la esperanza de un mundo mejor.